Mi vecino motero
Mi vecino veinteañero y motero me vuelve loca, creo que ya os lo he dicho en alguna ocasión. Sin él saberlo anula mi mente y bloquea mis sentidos.
Hoy mismo, sin ir más lejos, me ha mirado con sus ojos, axfisiantemente sexuales, montado encima de su motocicleta, sin ni tan siquiera saber lo sexy que estaba. Me ha hablado lo justo, un saludo tan solo, y me ha guiñado un ojo. Creo que me he puesto roja en ese momento. Como he podido he salido al paso y me he refugiado dentro del patio a salvo de mis más bajos instintos de asaltacunas.
Porque no sé si lo que más me gusta es él, su moto, o su edad. Lo que si tengo claro es que no voy a dejar de vivir el momento ni de sentir las fantasías que pueblan mi cabeza.
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