El okupa (5)
Estabamos detras de la kasa okupa y a oscuras. Él me había prometido sacarme de esta y en ello estábamos.
Me dijo que le siguiera, que no pusiera un pie fuera de donde él ponía el suyo. No tenía otra cosa que hacer había llegado hasta aquí y debía continuar.
Neko movía el rabo alegremente.
Seguimos caminos de acequias y andamos entre parcelas de tierra, hierba y asfalto hasta llegar a un callejón del barrio, cerca del pub Rainbow, cerca de mi casa. Allí mismo mi 'punki okupa eskapista' me cogió y me estampó un beso en la boca. Me quedé estupefacta pero le acompañé en el ritmo y en las ganas, llevaba tiempo soñando con este momento y si os digo la verdad me lo quería comer. Nos metimos mano sin pensar que habría gente en la calle. Él debía estar acostumbrado a situaciones así porque que se lo veía tan suelto. Aunque yo pese a ser muy tímida tampoco me quedaba atrás.
Le dije entre susurros que vivía arriba por si quería subir. Me olvide de que conocía mi nombre y yo no conocía ni siquiera el suyo. Tan solo necesitaba tenerlo desnudo cerca de mí.
CONTINUARÁ
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