Estela Capítulo 19. Regreso a Arcadia
Pasaron los tres un día en el campo divertidísimo. Cantaron, rieron, se mojaron los pies en una charca de la que cogieron renacuajos para Candela y lo más importante se sintieron una familia, como hacia tiempo ninguno de los tres se sentía. Estela miraba a padre e hija y se le caía la baba. Se asombraba puesto que nunca había tenido deseos de ser madre de lo bonita que podía llegar esa relación y de lo que en dos días esa niña le había hecho crecer y creer.
Era por la tarde, sobre las siete, cuando Sergio recibió una llamada que le hizo cambiar el gesto de felicidad a preocupación. La emisora de la llamada era la madre de Inés, la amiga de Estela y la máxima cuidadora de la familia hasta que llegó Estela.
Sergio les dijo que por favor montarán en el coche sin comentarles nada. Estela notaba que la cara de preocupación había pasado a malhumor. Le quería preguntar que ocurría pero no se atrevía a hacerlo. "¿Qué podría ser?"...
Mientras tanto él conducía a gran velocidad y ella notaba que la tensión se mascaba en el ambiente. La pequeña quizás por las curvas o por el cansancio dormía plácidamente en su silla trasera.
Estela notaba que Sergio de vez en cuando la miraba por el rabillo del ojo. Ella en cambio lo miraba y por fin se atrevió a hacer algo. Puso su mano en la nuca de él y comenzó a acariciarle la zona y el cabello. Sergio aminoró la marcha. Pareció relajarse un poco.
En un remanso del camino paró el coche.
Estela se quedó parada. No sabía que podía suceder. Entonces él le cogió la cara entre sus manos y le plantó un beso en los labios que la dejó loca. Ella le respondió si cabe con más pasión durante unos minutos. Hasta que una vez saciados ambos se miraron a los ojos y él le dijo el porqué de irse de forma tan repentina.
Inés estaba en el hospital se había tomado muchas pastillas y le habían hecho un lavado de estómago. Sólo repetía a sus familiares que necesitaba la visita de Sergio. Estela se quedó alucinada. Él le dijo que las dejaría en su casa, a Candela y a ella, y acudiría al hospital. Por favor que lo esperara...
#RegresoaArcadia #nessamontanes #EstelaySergio #capítulo19 #continuará
Era por la tarde, sobre las siete, cuando Sergio recibió una llamada que le hizo cambiar el gesto de felicidad a preocupación. La emisora de la llamada era la madre de Inés, la amiga de Estela y la máxima cuidadora de la familia hasta que llegó Estela.
Sergio les dijo que por favor montarán en el coche sin comentarles nada. Estela notaba que la cara de preocupación había pasado a malhumor. Le quería preguntar que ocurría pero no se atrevía a hacerlo. "¿Qué podría ser?"...
Mientras tanto él conducía a gran velocidad y ella notaba que la tensión se mascaba en el ambiente. La pequeña quizás por las curvas o por el cansancio dormía plácidamente en su silla trasera.
Estela notaba que Sergio de vez en cuando la miraba por el rabillo del ojo. Ella en cambio lo miraba y por fin se atrevió a hacer algo. Puso su mano en la nuca de él y comenzó a acariciarle la zona y el cabello. Sergio aminoró la marcha. Pareció relajarse un poco.
En un remanso del camino paró el coche.
Estela se quedó parada. No sabía que podía suceder. Entonces él le cogió la cara entre sus manos y le plantó un beso en los labios que la dejó loca. Ella le respondió si cabe con más pasión durante unos minutos. Hasta que una vez saciados ambos se miraron a los ojos y él le dijo el porqué de irse de forma tan repentina.
Inés estaba en el hospital se había tomado muchas pastillas y le habían hecho un lavado de estómago. Sólo repetía a sus familiares que necesitaba la visita de Sergio. Estela se quedó alucinada. Él le dijo que las dejaría en su casa, a Candela y a ella, y acudiría al hospital. Por favor que lo esperara...
#RegresoaArcadia #nessamontanes #EstelaySergio #capítulo19 #continuará
Comentarios