La chispa de la vida. Capítulo 51.

Elieta llegó al tanatorio del hospital y le dio el pésame a su ex. Pablo la abrazo como si se acabara el mundo y ella mantuvo el abrazo más de la cuenta por el que dirán. Pau no estaba a la vista, estaría con algún familiar en casa. No era un lugar para un niño pequeño.
Algunos compañeros de la Universidad, amigos y familiares de Pablo la saludaron con mucho cariño, sabiéndola merecedora de tal respeto después de todo lo acontecido en el pasado no dejándolo sólo pasando tan duro trance. Elieta se estaba sintiendo tan halagada como agobiada.
Decidió tomarse un respiro de gente, palabras de consuelo y llanto saliendo al Hall. Fue al servicio, se recompuso y se pintó los labios de color rojo.

Caminó hacia los ascensores y cuando estuvo dentro apretó a la tercera planta. Mientras iba subiendo pensaba que le iba a decir...
Salió del ascensor un tanto temerosa. Volvió a ir al servicio y con un poco de papel higiénico eliminó el carmín de sus labios. Se sentía muy insegura, ¿Qué pensaría Adrián al verla?.

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