La chispa de la vida. Capítulo doce.

Se conocieron en los recreativos del barrio. Ella tenía quince años. Él veinte. La llevó al cine y la besó cómo ya había hecho antes con otras chicas pero se encontró con la sorpresa de que para Elieta era el primer beso y fantaeso desde ese momento con ser el dueño de su virginidad.
Elieta era bastante puritana para esas cosas y hasta la boda no quiso tener sexo. Lo que comenzó como un juego acabó en el altar siete años más tarde, cuando ella hubo terminado su carrera de literatura.
Ella nunca supo, porque Pablo lo supo ocultar muy bien, que durante esos años él se acostaba con todo bicho viviente. Quizás impulsado por la inconsciencia de ella.
Lo importante es que se casaron y que ella se entregó a él.

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