La chispa de la vida. Capítulo 46.

Lunes, por la mañana, Elieta se había duchado, desayunado, vestido, peinado y pintado de forma que estaba exultante para su edad. Recordemos que ella tenía cuarenta y cinco años.

Cuando recibió la llamada de Pablo su subconsciente pensó que iba a "colocarle" al niño pero no, la llamaba para notificarle la muerte de Ivana. Elieta se entristeció, era tan joven, en la flor de la vida, con su pequeño...
Le indicó a Pablo que se acercaría al hospital. Ivana era donante de órganos y no iba a ser enterrada. Al menos su cuerpo muerto salvaría a otras vidas.

Pensó en cambiarse de ropa y desmaquillarse pero luego decidió que no, porque después iría a ver a Adrián y quería que la viera resplandeciente. Al menos hoy era un día que se sentía guapa pese a lo acontecido. Los medicamentos habían hecho efecto en su cuerpo. Eso la hacía sentirse serena y segura. Consciente de lo que pudiera pasar.

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