La chispa de la vida. Capítulo 41.

Abrió los ojos y vio a un enfermero cambiando un gotero de nolotil a un paciente. Saludo al hombre y camino por la habitación hasta posicionarse mejor para ver a quien estaba sobre la cama. Por desgracia si era Adrián. Tan guapo cómo siempre.

Elieta con el corazón al borde de un ataque de nervios se acercó por el otro lado de la cama. Adrián dormía cuando el enfermero se despidió saliendo de la habitación. Adrián estaba solo, no había nadie en la habitación, por lo menos en ese momento.
Le cogió la mano y comenzó a hablar entre dientes: "no te mueras por favor, ahora que has aparecido vuelvo a ser yo".
Adrián comenzó a removerse y a balbucear: "Mi Elieta..."

Nuestra protagonista sintió un pinchazo en el corazón. ¿Estaba él consciente?. Parecía dormido... ¿Qué sería de su prometida?. ¿Sería la fallecida?. ¿O había salido un rato a tomar el aire?. Tantas preguntas la agobiaron.

Lo besó en la frente, Adrián la arrugó un poquito pero no se despertó y precipitadamente salió de la habitación. No sabía realmente que locura estaba cometiendo.

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