Todos los hombres son iguales
“Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.
Einstein.
Dicen las malas lenguas que cuando una mentira se repite
muchas veces se convierte en verdad, aunque debo decir que no estoy tan segura
de eso porque si hay algo que he escuchado mil veces, es la frase que advierte
que “todos los hombres son iguales” y si dijera que nunca he pensado esta frase
tan trillada, mentiría, ya que incluso a veces me he planteado (medio en broma,
medio en serio volverme lesbiana). Que le vamos a hacer, a veces las emociones
superan la racionalidad.
Este tema de los hombres sí, hombres no, es muy recurrente
entre las conversaciones de mujeres, especialmente después de alguna desilusión
amorosa. “Todos los hombres son iguales” es la respuesta a muchos problemas. La
pregunta es: ¿los conocemos a todos para comprobarlo?...
Hace pocos días mi amiga Encarna me comentaba que al meter a
todos los hombres en un mismo saco le damos a ellos la oportunidad de decir que
todas las mujeres son iguales y, eso como sabemos, no es cierto. Cada persona
es distinta tanto internamente como externamente, cada experiencia, lectura o
persona que se cruza en nuestro camino va construyendo poco a poco nuestro ser.
Quizás un error común que cometemos las mujeres es que
queremos entenderlos y no aceptarlos.
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