Son tiempos difíciles para soñadoras como Vera

Hay días que te levantas con el día tonto y te echas a llorar como una niña tonta. Las lágrimas que caen son de verdad, de esas que hace tiempo que no brotaban.

A Vera le vienen a la mente el paso de los años y tan solo pensar que él no recuerde estos veinte años como ella, le hace sentirse tonta, melancólica, enamorada de un recuerdo…

Sabe que hizo cosas mal, que se equivocó, que eligió rutas equivocadas, que se tragó todas su palabras y desplantes, actuó sin pensar, que imaginó futuros inciertos.

No piensa que ahora cumplidos los cuarenta años son extraños el uno para el otro.

Vera sigue creyendo que cuando ella escucha “sus” canciones ninguno de los dos duerme bien esa noche y eso solo le ocurre a ella.

Cierto es que la vida es impredecible y algunos nacen con estrella o estrellados.

Tiene razón Amélie, son tiempos difíciles para soñadoras como ella.