No te quiero
Laura acudió a la Terapia Cognitivo Conductual después de la ruptura con su pareja. Todas aquellas cosas que daban sentido a su vida de golpe y de repente acabaron en una caja junto a su sonrisa. Su sueño, su vida, esa historia perfecta que ella creía sentir se fue volando por motivos que no entendía. Durante ese tiempo dudaba si algo de lo vivido con él fue verdad, porque es incomprensible como un día todo puede cambiar y pasar de ser absolutamente necesaria para una persona, a estar en un segundo plano, quedando desapercibida a sus ojos.
Así es, se le cayó el mundo encima, el corazón se le partió en pedazos con tres palabras: “No te quiero”.
La decepción sufrida por alguien que pensó que nunca la dejaría sola, la llevó a caer en una depresión profunda y con ello vinieron los ataques de ansiedad y pánico. Le recorría una amarga sensación de decepción, la sensación de que el corazón no puede más, de que está roto y el sabor amargo de la derrota, porque por mucho que todo doliera, ella lo seguía queriendo. Además la situación a su alrededor tampoco era muy propicia, se sentía sola y desconfiaba de toda la gente, creyendo que jugaban con ella, y que nunca podría recibir nada a cambio, tan solo desprecio. Nunca se había sentido tan hundida.
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