Fuera las telarañas de Elektra
Desde luego el día a día está lleno de casualidades. Ayer Elektra bajó a la calle con la convicción de pasar un día tranquilo, en familia y el día le deparó alguna sorpresa… Por circunstancias extrañas, en la mañana, se encontró a veinte centímetros de Ash y no le importó. Tantos años obsesionada con su sola presencia, imaginando veinte mil encuentros y ayer tan cerca y ni le importó, me reitero en esta expresión por la magnitud de esta historia en el tiempo... Tengo claro que Elektra es una mujer muy excéntrica y bastante neurótica por eso me extraña tanto verla curada. Allí frente a frente, delante de él y de mí, y como si nada. Pedazo de peso tan grande que se ha quitado de encima. Sinceramente me alegro.
No le dedico más tiempo hoy a esta historia, porque no lo merece, bastante años y desvelos le ha costado a esta mujer crecer y olvidar al que creía el amor de su vida. Para afuera telarañas como diría Bebe: “Hoy vas a mirar pa’lante que pa atrás ya te doy yo bastante una mujé valiente, una mujé sonriente”…
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