Pedantes de pie y a domicilio

¿Quién no tiene una amistad pedante?. Yo las tengo como todos, más o menos cercanas,  y reconozco que no puedo pasar mucho tiempo con ellas porque acabo cansada de sus arrogancias y excentricidades.

Siempre he pensado que esas personas suelen ser antisociales, poco inteligentes, “masticadores” de diccionarios, de baja autoestima y que buscan destacar en algo en estos tiempos de demasiada televisión, demasiadas imágenes, de poco seso y escasos libros…

La humildad es algo que valoro en los amigos y en mí. No quiero demostraciones, sólo quiero buenos ratos de complicidad, tampoco busco que me juzguen, que eso me incomoda... Si quieren saber algo más acerca de mi complejidad esas personas que se compren un libro.

Por cierto en mis escritos busco  la humildad de la naturalidad, no quiero inflarlos de paradigmas que incrementen negativamente su valor social. Cualquiera puede ser pedante si quiere, incluso yo misma...