Lucía
“Que no estoy enfadada con el mundo”. Se repite miles de veces Lucía para autoconvencerse. Pero su situación es extrema: divorcio, las ínfulas de la familia política, su necesidad de libertad… Por más que quiera sonreír, el mundo se cae bajo sus pies. Por más que quiera aparentar ser fuerte es vulnerable.
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