Alguien que pasó por allí

Si hubieran sabido mis manos,
cálidas e indefensas,
ser el ansiado refugio,
que tu tanto deseabas,
en tus días de lluvia y tormenta,
nunca te hubieras sentido indefensa.

Si hubiesen querido mis brazos,
cansados y añejos,
ser la protectora piedra,
que tanto necesitabas,
en tus días de bajón y caída,
nunca te hubieras perdido.

Si finalizara tu vida,
en estos trágicos momentos,
quisiera al menos estar,
en el marco de lo vivido,
cómo alguien que pasó por allí,
y estaba cansado.

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