3, 2, 1... Grabando...
Ella quería explicarle de miles de maneras que estaba enamorada de él, pero decidió optar por la peor de todas: llevarlo a un programa de televisión. Un programa de esos de telebasura, que buscan como hundir a una persona mediante sus artificios. Y ella sucumbió y lo engañó. Cuando él entró en el plató y la vio se echó a reír delante de las cámaras sin importarle que pudiera pensar su amiga, sin pensar que la impresión que provocaba era errónea. Ella salió corriendo atemorizada sin pensar que en realidad lo que le había ocurrido a él era un ataque incontrolable de timidez. Pero ella no preguntó sólo corrió y corrió, corrió tanto y sin pensar de nuevo que ni tan siquiera abrió los ojos cuando unos brazos fuertes la sujetaban con fuerza. Eran los de él que la había seguido corriendo también detrás de ella, avergonzado por su reacción. Se miraron a los ojos, se besaron, volvieron a mirarse a los ojos, se volvieron a besar y de nuevo una cámara los grababa. Una claqueta resonó con un fuerte sonido indicando el final de la escena.
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Un saludo!!
Oliver