Margot, la quejica ambulante

Muchas veces le he repetido a mi amiga Margot que debe cuidar lo que habla y con quien habla, parándose un poco a pensar, ya que últimamente lo que sale por su boca siempre le trae consecuencias. Debería ser más consciente que todo lo que dice, es escuchado, aunque no sea más que por si misma y que más vale callar que hablar de más.
Margot se queja mucho, de cosas que quizás no deba: del trabajo, de su pareja, de sus amistades… Es la mujer de la queja ambulante y eso le genera muchos obstáculos en la vida por eso muchas veces le digo que se tome más en serio el refrán de la abuelita “ Uno es esclavo de lo que dice y dueño de lo que calla”. Al final le recomendaré que se limpie las orejas porque no parece escucharme…

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