Reincidiendo en Luisa y el apego

Como dice Walter Risso en su libro ¿Amar o depender?: hemos de conseguir que el amor sea una experiencia plena, alegre y saludable, viviéndolo desde la honestidad y la libertad.

Luisa, como ya sabeis, es victima de un amor mal concebido o enfermizo, esto le impide establecer relaciones amorosas adecuadas. Vive el apego afectivo ella y la gente de su alrededor que lo acepta, lo permite e incluso hasta lo patrocina. Por desgracias vivimos en una sociedad coadicta a los desmanes del amor. Ese amor que ella siente nada parece que pueda contenerlo, ni el sentido común, ni la farmacoterapia, ni la hipnosis… todos fracasan al unísono. Ni magia ni terapia.

Luisa dependiendo de la persona amada está enterrándose en vida, ha regalado irracionalmente la esencia de si misma a su pareja.  Se repite varias frases constantemente: “Vivo por y para él”, “Él es lo más importante de mi vida”, “No sé que haría sin él”, “Si él me faltara me mataría”… Declaraciones de amor sin ningún tipo de fundamento y que confirman implacablemente su despersonalización.

Con su última relación se plantea que lleva seis años de novia, pero empieza a cansarme… el problema no es el tiempo sino el trato que recibe, siempre insuficiente y vejatorio. Pero siempre que intenta dejar a su pareja surge el síndrome de abstinencia porque no está preparada para la perdida.

Otro de las características del apego que sufre es el deterioro energético. Es una pesimista “guerrera”. Se siente enferma, castrada, degradada, sometida, deprimida, asustada, desgastada… basura.