María se fue una mañana…

Un día sin darse cuenta abrió los ojos y por primera vez se vio frente al espejo con claridad, se reconoció, poco a poco. Fue difícil pero se reconoció que en realidad es lo que importa. Vio esos ojos llenos de ilusión: los suyos.

¿Dónde estabas? . Le preguntó a su propio reflejo. ¿Dónde te dejé y donde te entregué?. ¿Qué has hecho sin mí todos estos años?. ¿Cómo lograste sobrevivir a mi olvido?.

Por primera vez en muchos años, se siente bien su corazón, por primera vez todo es diferente, esta vez no sufre, esta vez es feliz. A partir de ahora promete cuidarse, protegerse, valorarse y por fin amarse como siempre debió ser, y como siempre será…

Maria - Pasión Vega

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