Aida y las últimas 48 horas de vida

Aida no entiende que la ata tanto a ese ser que no la respeta como única y excelente mujer. 48 horas en las que solo ha dormido 6 horas, el resto ha fumado como una posesa un Pall Mall Slim detrás de otro, ha llorado, ha berreado, ha maldecido e incluso ha deseado su muerte. Después de esas 48 horas se ha olvidado ha vuelto a trabajar un día más y como siempre dios dirá, como dice el origen de su nombre es una mujer adaptable que ama lo complejo, quizás ese sea su sino…