Antes del atardecer

Una noche cualquiera, en un cine muy extraño de Valemont, una mujer llamémosle Laura, ha decidido ir a ver una película que le evoca al pasado: “Antes del atardecer”, dejando a un lado sus historias personales, marido e hijos. Esa tarde, después de haberse comprado unos bombones y llamado a su marido para discutir como siempre, volvió a pensar en el cine, su afición desde niña.

Sentada en el cómodo asiento y en cada escena de la película, en la que el protagonista masculino habla con la femenina, recuerda sus juegos con Arturo.
Se encontraron un día, una noche, unas horas… aunque ya se conocían desde siempre igualmente que ocurre en la película.
Los protagonistas de la película se encuentran ahora pasados diez años y de la forma más insólita. Julie, la actriz, es rubia. Laura también… Ethan, el actor, tiene el cabello largo. Arturo lo tenía así…
Entonces Laura se plantea por qué queriendo tanto a ese hombre, no llegó a algo más con él. Todo ocurre paralelamente en su mente mientras transcurre la película.
Ahora pasados los años los protagonistas, Julie y Ethan, han rehecho su vida. Ella también…
Por fin acaba la película, la mujer está llorando, cuando encienden las luces del cine, se da cuenta de que no hay nadie más en la sala que un hombre de pelo largo que también llora. Sus miradas se cruzan durante mucho rato, parecen horas, se levantan, dan un paso al frente, se reconocen, dudan de si salir corriendo o acercarse. Fluye amor por los poros, pero como la vida es curiosa y en ese caso también lo es, cada uno decide seguir sus pasos y salir a la calle.
Afuera en la calle llueve.
Arturo se pierde bajo la lluvia camino de la eternidad, en cambio a Laura la recoge su marido en la puerta del cine para volver a su vida cómoda.
Con una excepción, Camilo, el marido, observa irse al hombre de coleta con una sonrisa de tranquilidad.