Contradicciones de la vida
Ayer salí de trabajar y llegué a tiempo a la reunión del colegio de Érika. Mi pequeña niña comienza el día 9 el colegio con veintiún mesecitos y yo estoy con el corazón roto desde el momento que siento que no la puedo atender, razón tonta la mía ya que a Karla, mi hija mayor, hace diez años la dejé en la guardería desde los cinco meses por motivos laborales y eso no me hacía sentir tan mal, pero es que Karla es especial desde que nació, independiente, única, pero mi pequeña Érika es tan bebé que me da miedo…
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