Misses y otras cosas

Anoche estuve viendo un especial de Telecinco dedicado a la trata de blancas en determinados concursos de Misses.

Según iba transcurriendo el programa me iba viniendo a la mente la experiencia que viví hace años, con mi amiga, llamémosla X. Entonces éramos menores de edad y la peluquera de mi amiga, que estaba relacionada con un Certamen de Misses, decía que éramos lo suficiente guapas para ir a presentarnos a algún certamen de modelos, que entre otras cosas no hacía falta ganar sino tan solo participar que se pasaba muy bien en el intento. Total, que mi amiga, se sintió más interesada en el asunto pero me pidió que la acompañara porque le daba miedo ir sola, así que yo la acompañé a una planta baja lúgubre, oscura, el agua se salía del aire acondicionado y había inundado parte del despacho de un personajillo que decía ser el Director del Certamen de Valencia. Allí entre el desorden y la oscuridad este hombre informaba de lo maravillosa que era la vida de las modelos de pasarela y tomaba las medidas de mi amiga para llamarla si daba el perfil. Hasta aquí todo parecía normal así que hasta yo me animé a participar y dejé que tomará también mis medidas y mis datos, pero algo en su forma de tomar las medidas, al tocarme, su mirada de obseso me hizo pensar que la cosa no iba bien pero no paso nada, dijo que nos llamaría y nos fuimos a casa un poco como en una nube. Mi amiga X ilusionada y yo un tanto mosca por las últimas sensaciones y lo que vino después me hace pensar que llevan años en estos Certámenes intentando captar a niñas con ganas de ser reconocidas… El Director de ese negociete se dio cuenta que solo podría llevarse "al huerto" a mi amiga, entonces comenzó a llamarla de forma insistente para que participara como modelo y sino quería ser modelo podía ser su secretaria y trabajar para él. La madre de mi amiga dijo que ni se le ocurriera hacer caso a ese hombre que todo era muy extraño y comenzó mi amiga a darle negativas. No contento con las negativas de mi amiga este señor comenzó al llamarme a mí pero no para ser modelo ni para trabajar para él sino más bien para todo lo contrario: para que yo convenciera a mi amiga de que el ofrecimiento era serio puesto que se había quedado prendado de ella y quería que trabajara para él. Por supuesto le dije a mi amiga que ni se le ocurriera trabajar para un tipo así porque estaba desesperado y no se veía "trigo limpio".

Seguimos nuestra vida, continuamos estudiando y olvidamos, supongo que las dos, esta historia negra de nuestra vida, pero anoche viendo a otras chicas hablar mucho más a fondo me sentí, solo un poco, identificada con ellas y muy orgullosa por haber tenido siempre la cabeza tan bien amueblada.

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