Espejo roto
Fui tu reflejo, el espejo en que te mirabas sonriendo. Pero un día tus palabras me hicieron añicos. Mis pedazos se esparcieron por la casa cerrada, lúgubre, sin aire nuevo que acariciara mi transparencia… sólo aquel vaho hiriendo mis aristas romas; sin filos cortantes que se hundieran en tu carne hasta hacerte desangrar despacito... en este mar de lágrimas tibias, tan mías, esparcidas...
Pero salí luchando... y vencí.
Pero salí luchando... y vencí.
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