Me sangran las manos de trepar ese muro que el corazón construye cuando no se olvida...

Tenías razón quedó pequeña mi aparente fortaleza ante las penalidades de las relaciones, soy vulnerable, ahora lo sé... No me ha servido de nada querer refugiarme en tu recuerdo porque las fuerzas ya no me alcanzan para hacernos perdurar.
Seguiré sola... meditando que debo hacer a partir de ahora con mis ilusiones, ya se sabe que a veces en la vida más vale estar solo que mal acompañado...
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